La elaboración de un refresco
Suministro y tratamiento de agua
El agua es el principal ingrediente de una bebida refrescante. Procede de la red de abastecimiento municipal, de un pozo privado o de manantiales. El agua, ya potable, se somete a diversos tratamientos para elaborar las bebidas.
Preparación de la bebida
Al agua tratada se le añaden azúcares o edulcorantes sin calorías y otros ingredientes como zumos, vitaminas, cafeína, minerales, aromas, etc. Las diversas combinaciones dan lugar a una amplia variedad de bebidas refrescantes.
Bebidas con gas
Se añade anhídrido carbónico, que proporciona las burbujas y también es un excelente conservante.
Bebidas sin gas
Estas bebidas se someten a un tratamiento térmico de pasteurización, antes o después de su envasado, para mantener sus propiedades.
Llenado y cerrado
La bebida elaborada se dispensa automáticamente desde la máquina llenadora a los envases individuales. Después pasan a otra donde se cierran y se hace una inspección final para asegurar que el nivel de llenado es el correcto.
Atemperado
Las bebidas con gas se atemperan para evitar condensaciones, ya que éstas se envasan a temperatura inferior a la ambiental. Las bebidas sin gas también se someten a un proceso de atemperación tras su pasteurización para evitar que se deterioren por las altas temperaturas.
Etiquetado
Los productos se etiquetan con toda la información relativa a su composición, aporte energético, información del fabricante, etc. Esto hace que el consumidor pueda conocer las propiedades de los distintos refrescos. Además, llevan un código que permite la trazabilidad, para poder seguir el rastro de un producto a través de todas las etapas, desde que se fabrica hasta que se vende, lo que es una garantía de seguridad.
Almacenamiento, transporte y distribución
Las bebidas etiquetadas y envasadas se almacenan en cajas o palets debidamente identificados y en condiciones ambientales adecuadas. El mercado de bebidas refrescantes en España es fundamentalmente nacional, con una producción elaborada por empresas locales. Por eso, el transporte a los puntos de venta, se realiza normalmente por carretera, en camiones de los fabricantes o distribuidores.