Salud

El sector de las bebidas refrescantes responde a las demandas de los consumidores y ofrece una amplia variedad de bebidas para que puedan elegir, desde la información.

En los últimos años ha crecido la demanda de alimentos y bebidas con menos calorías y, para satisfacerla, el sector ha apostado por encontrar alternativas. La industria de las bebidas refrescantes destaca por ofrecer una variedad de productos que responden a las necesidades y gustos de los distintos consumidores: con azúcar o sin calorías, con o sin gas, con cafeína o sin ella, con sales minerales y vitaminas, de distintos sabores. Actualmente, se comercializan alrededor de 2.000 referencias en el mercado español.

Variedad de productos

2.000

referencias

Reducción de azúcar

38%

entre 2010 y 2020

Refrescos sin azúcar ni calorías

34%

del total


La legislación exige que para que un alimento o bebida sea considerado light basta con que reduzca el contenido de uno o más nutrientes en más de un 30%. En el caso de los refrescos la mayoría eliminan en su totalidad el azúcar y lo sustituyen por edulcorantes, por lo que no tienen apenas calorías.

Compromisos europeos a 2025

UNESDA, en representación de la industria europea de refrescos, ha anunciado nuevos y mejorados compromisos de salud y nutrición “para seguir ayudando a los europeos a gestionar su ingesta de azúcares de los refrescos”.

Entre estos compromisos se encuentra el de reducir el azúcar en 10% para 2025. Esto representará una reducción general del 33% en las últimas dos décadas, sumando los hitos anteriores, con una reducción un 13.3% de 2000 a 2015 y 14.6% de 2015 a 2019.


Entre el año 2010 y el 2020, se ha reducido en un 38% el azúcar puesto en el mercado procedente de las bebidas refrescantes. Además, el 34% del total de refrescos comercializados son sin calorías.

El consumidor actual pide refrescos sin azúcar y sin calorías. La demanda de estos crece desde hace años. La inversión en I+D+i permite comercializar numerosas referencias de distintos sabores.

En España, los refrescos se consumen de forma equilibrada en el contexto del estilo de vida mediterráneo, y muy vinculados a los momentos de ocio y a la hostelería. Aportan sólo el 2,1% del total de calorías diarias que ingieren los españoles (“Estudio Antropometría, Ingesta y Balance Energético en España” ANIBES).



Nutrición y colaboración con el Ministerior de Sanidad

Trabajo con el Ministerio de Sanidad

El sector se implica también en la educación nutricional y en la promoción de la actividad física, colaborando con el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en iniciativas voluntarias como la Estrategia NAOS, para educar en nutrición y actividad física y prevenir la obesidad, y el Código PAOS que regula la publicidad de alimentos dirigida a menores.

La Asociación, en representación del sector, también se ha unido al Plan de colaboración para la mejora de los alimentos y bebidas y otras medidas 2017-2020, una iniciativa conjunta entre la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) del Ministerio de Sanidad y la cadena alimentaria.

El compromiso de la industria de alimentación y bebidas es la reducción de azúcares añadidos, sal y grasas saturadas, entre otras medidas para favorecer buenos hábitos de vida. En el caso de las bebidas refrescantes, el objetivo es seguir reduciendo el azúcar puesto en el mercado en un 10 % más entre 2017 y 2020. De esta forma, se habrá reducido en alrededor de un 40% entre el 2005, año en que se puso en marcha la Estrategia NAOS, y el 2020.



Hidratación

La hidratación es fundamental para la salud y en cualquier época del año. Entre otras cosas, regula el buen funcionamiento de las células, favorece el transporte de los nutrientes y de las sustancias orgánicas en el sistema circulatorio, elimina toxinas, mantiene la temperatura corporal, previene el estreñimiento, etc. Por el contrario, la deshidratación provoca cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, etc.

Las bebidas refrescantes ayudan a mantener una buena hidratación ya que todas ellas están compuestas por, al menos, un 90% de agua. Por eso, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha incluido a las bebidas refrescantes dentro del “grupo de alimentos con un papel importante en la dieta europea” por su “capacidad de hidratación”.

Además, diversos estudios han demostrado que el sabor y la variedad facilitan la ingesta de bebidas. Un informe realizado por la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) concluye que los individuos que tienen variedad de bebidas a su disposición consumen un 50% más de líquidos, disminuyendo el riesgo de deshidratación.

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