Memoria 2017
Carta del presidente
La Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA) ha cumplido 40 años. Celebrar un aniversario es siempre un motivo de orgullo y una oportunidad para pararse un momento a reflexionar sobre todo lo conseguido hasta ahora y seguir trabajando en nuevos retos.
Desde el momento en que se crea la Asociación en 1977 se tuvo claro que el éxito pasaba por dar un servicio adecuado a las necesidades de las empresas asociadas en la defensa de los intereses comunes. También por el dialogo con las Administraciones y el compromiso con la sociedad. Unos pilares que se mantienen y se adaptan a los tiempos en cuanto a la forma de llevarlos a cabo. Porque al echar la vista atrás es fácil ver lo mucho que ha cambiado todo.
No podemos olvidar que cuando se creó ANFABRA eran miles las empresas que se dedicaban a la producción y comercialización de refrescos. hoy en día la economía es mucho más global y nuestro sector, como el resto del tejido empresarial español, cuenta con em- presas más grandes y con mayor capacidad de producción, fruto del gran despegue industrial y tecnológico experimentado en todos estos años. Por el mismo motivo, nuestros Asociados son menos de los que eran entonces, aunque igualmente suponen la gran mayoría de esta industria en España.
En este proceso de adaptar la organización a los tiempos y a la realidad del sector y de sus empresas, a partir de este año contamos con unos nuevos Estatutos, que siguen las directrices de nuestro Plan Director para 2016-2020. En ellos, además, nos adelantamos a la futura legislación europea sobre los grupos de interés y damos un paso más en la apuesta por la transparencia en todas nuestras actuaciones.
Cuatro décadas dan para mucho. Los cambios en la sociedad y en los gustos de los consumidores también son más que evidentes. En los países occidentales ha aumentado el sedentarismo y se consumen más calorías de las que se gastan, lo que tiene como consecuencia un aumento de la obesidad, algo que supone riesgos para la salud. Revertir esta situación es una labor que no puede salir adelante sin la implicación y el trabajo conjunto de las Administraciones y de las empresas, y la concienciación de los propios consumidores. En el sec- tor de las bebidas refrescantes llevamos años trabajando de forma voluntaria por la educación nutricional, el etiquetado claro, la oferta variada de productos, incluyendo más versiones light sin calorías, y reduciendo azúcar.
El “Plan Nacional de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas” que promueve la AECOSAN, Agencia Es- pañola de Consumo y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Sanidad, en el que estamos activamente implicados y que se plasmará en nuevos y ambiciosos compromisos, es el ejemplo del camino a seguir.
El paso del tiempo también ha vendido a afianzar otros compromisos como el de la sostenibilidad y el medio ambiente. Es lo que se debe exigir a un sector como el nuestro, con un importante peso en la sociedad y en la economía, con gran capacidad de arrastre en otros sectores y con productos diversos que llegan a todo tipo de consumidores.
Sin duda, la Asociación de Bebidas Refrescantes, este proyecto que nos ha unido a las empresas del sector durante estos 40 años, tiene una trayectoria relevante. Pero no se trata de quedarse en la autocomplacencia por lo realizado sino que esto nos debe impulsar a trabajar con ahínco pensando en el futuro. Nos quedan muchos objetivos por alcanzar y hacia ellos avanzamos. Les invito a leer esta memoria y conocer un poco más de cómo lo hacemos.
John Rigau, presidente.