Europa y la Economía Circular

“Cerrar el círculo” es uno de los objetivos de la Unión Europea. Para alcanzarlo, la Comisión adoptó en 2015 un ambicioso Plan de Acción para la Economía Circular que serviría de palanca para impulsar una economía más sostenible y competitiva. Las 54 acciones propuestas contribuirían a  extraer el máximo valor y uso de todas las materias primas, productos y residuos, fomentando el ahorro energético y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.

Tres años después de su adopción, los resultados son positivos. Las medidas que se han puesto en marcha han acelerado la transición hacia una economía circular, lo que ha contribuido a que la UE vuelva a crear empleo. En 2016, los sectores vinculados a  la economía circular empleaban a más de cuatro millones de trabajadores.

También han surgido nuevos modelos empresariales, fomentado nuevos mercados dentro y fuera de la UE. Solo en 2016, las actividades circulares como la reparación, la reutilización o el reciclaje generaron un valor añadido de casi 147 000 millones de euros.

100% reutilizables o reciclables

Para seguir avanzando, la reducción del plástico es esencial. La estrategia de la UE establece, entre otras medidas, que de aquí a 2030 todos los envases de plástico comercializados en la UE sean reutilizables o reciclables. Un objetivo que ya hemos alcanzado en el sector de las bebidas refrescantes en España.

Asimismo, la propuesta de reducción de los diez artículos de plástico de un solo uso, que acaban con más frecuencia en las playas, sitúa a la UE a la vanguardia de la lucha mundial contra los desechos marinos. Esto implica la prohibición de determinados productos (como las pajitas y los cubiertos plásticos) cuando existan alternativas, así como objetivos de reducción del consumo o requisitos de diseño de productos.

Ecodiseño

El diseño inteligente de envases es también clave para garantizar la circularidad y así ha quedado recogido en un plan de trabajo sobre diseño ecológico 2016-2019 elaborado por la Comisión.

Tal como recogemos en nuestro Informe de Sostenibilidad 2018, el sector lleva trabajando muchos años en el resideño y aligeramiento de envases. Un dato a descatar es que, actualmente, los envases de refrescos son de media un 22% más ligeros que en el año 2000, aunque en algunos formatos la reducción alcanza un 35%. También hemos implantado cerca de 700 medidas con las que se ha conseguido ahorrar casi 30 mil toneladas de materia prima.

En el caso de España, según ha señalado el secretario de Estado de Medio Ambiente en funciones, el ecodiseño es uno de los pilares más importantes de la Estrategia Española de Economía Circular en la que está trabajando el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO). Para ello, se abordarán desafíos como reducir el sobreenvasado de los productos, la adecuación de los envases al tamaño de los mismos y se tratará de incrementar la facilidad de reciclaje.

Queda mucho por hacer y este cambio de modelo solo es posible con el compromiso de todos los actores sociales. Desde la Asociación de Bebidas Refrescantes, seguimos trabajando por la circularidad.